Natural del pueblo murciano de Librilla, ejerció durante cuarenta y tres años; la mayoría de ellos en La Ñora, una pedanía del municipio de Murcia que en la primera mitad del siglo XIX era notable por la delincuencia y el analfabetismo.
Su enseñanza se enfocó al desarrollo cultural de unos niños que procedían del mundo rural y para los que el horizonte vital no tenía en principio otras miras que el trabajo en el campo.
Su dedicación y entrega, en un aula unitaria, con pocos medios pero con muchas ganas, hizo que recibiera premios y alabanzas constantes por su mérito docente y que, tras su fallecimiento, fuera recordado con mucho cariño por todos aquellos que fueron sus discípulos.
Tal era el agradecimiento que el pueblo de La Ñora sentía para con don Cipriano Galea, que poco después de morir decidieron erigirle una lápida conmemorativa, en la plaza de la iglesia, sufragada por cuestación popular.
Un año después, en noviembre 1890, ya se habla de dedicarle un mausoleo y la suscripción había alcanzado la cifra de 75 pesetas, aunque al mes siguiente se veía peligrar la viabilidad del proyecto, pues se había invertido en él casi la totalidad de lo recaudado y aún quedaba tarea por hacer.
La recogida de fondos debió prosperar, ya que las siguientes noticias de la que tenemos constancia nos hablan de que el día 1 de julio de 1894 se procedió a la inauguración de dicho homenaje.
Toda la ceremonia que acompañó al descubrimiento del monumento tuvo participación numerosa, tanto de autoridades como de los muchos alumnos que pasaron por su escuela. La población entera se volcó con tal celebración, engalanando las calles con arcos, gallardetes y colgaduras y participando en una procesión que portaba banderas, estandartes y era acompañada por dos bandas de música. Todo un acontecimiento.
El Diario de Murcia del día 3 de julio hace la crónica del evento y plasma una semblanza del maestro fallecido que refleja la calidad de la labor que desempeñó durante más de cuarenta años de servicio profesional:
D. Cipriano Galea fué natural de Librilla. Perteneció á la primera promocion de maestros que dió la Escuela Normal de esta provincia. Fué colocado en la Ñora con muy mezquino sueldo, que aunque mejorado despues no llegó mas que á 825 pesetas.
No aspiró á ascensos; y á fé que era un maestro digno de las mejores capitales. La prueba es que sin embargo de estar en una aldea, se hizo famosa su enseñanza, y no solo le mandaron niños de los pueblos cercanos, sino de algunos muy distantes.
Mas para comprender bien la accion civilizadora y la obra de educación realizada por este insigne profesor, es necesario saber lo que era la Ñora el día que él se sentó por primera vez en el sillon de la escuela, y cómo la dejó el dia que descendió al sepulcro. Es necesario tambien hablar con la gente del lugar, y recoger sus recuerdos, sus suspiros y sentimientos. [...]
En fin, era el modelo del maestro. Si una décima parte de las escuelas, tuvieran maestros como este, el país se regeneraba en 30 años. Maestro de las letras, de las virtudes, de la vida. Su biografia serviria para hacer una propagacion de los secretos de hacer maestros que moralicen, que eduquen, que enseñen y civilicen. Merece el monumento que se le ha erigido. Merece además un libro que no sé si se escribirá.
El monumento es de granito, y consta de la base general; sobre ella la base de una columna sencilla, la cual sustenta una estátua de bronce que ofrece la corona de laurel. Lo proteje una bonita verja, y lo rodean algunas acacias.
La placa que lleva adosada en su base reza:
A la memoria del inmortal D. Cipriano Galea y García, infatigable campeón que fué de la primera enseñanza pública, sus numerosos discípulos le dedican este recuerdo como prueba del más acendrado cariño. 1894
La crónica apareció días después en otros medios de prensa ajenos a la provincia, como el Diario El País, La Unión Católica, la Gaceta de Instrucción Pública, Barcelona Cómica, La Ilustración del Profesorado Hispano-Americano y Las Dominicales del Libre Pensamiento, lo que da una idea de la importancia concedida al homenaje.
Tal fue la repercusión de la noticia que a finales de octubre se decide conceder las cruces de Isabel la Católica a todos los que formaron la comisión que había propiciado su construcción.
Años más tarde, en 1902, se levantó en Avilés un monumento a Juan de la Cruz Alonso, y en el discurso que dio el alcalde hablaba de que probablemente era la única población que homenajeaba a un maestro. Desde El Heraldo de Madrid, F. Bautista Monserrat corregía dicho dato, haciendo constar que años antes en el modesto, modestísimo pueblo de La Ñora ya se había inaugurado un monumento al maestro don Cipriano Galea, y demandaba se corrigiera en el propio Heraldo el error.
En El Imparcial de 10 de septiembre de 1902 se da por sentado que es el primer monumento dedicado a un maestro, sin embargo el redactor del artículo, o no había visto el monumento o se acogió a una libre interpretación del mismo para su descripción:
La sencillez del monumento corresponde á la rusticidad del lugar y á la modestia del magisterio en nuestra patria. Una pilastra de cemento amarillo, con los esquinazos achaflanados, alzada sobre un zócalo y coronada por una cornisa, sostiene una gallarda estatuilla de bronce que lleva en la mano una corona de laurel. Este monumento, cercado por una sencilla verja de hierro, se alza en la plaza Mayor, frente a la iglesia, á la sombra de dos hermosos terebintos.
Lo que se echa de menos en todo este derroche de noticias y referencias es alguna alusión al autor de la obra pues, si es probable que el basamento fuese diseñado por los técnicos municipales, nada se conoce del artífice del busto.
El monumento fue restaurado en 1982.
Fuentes:
Archivo Municipal de Murcia [En línea] <www.archivodemurcia.es>
Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España [En línea] <hemerotecadigital.bne.es>
Agradecimiento:
A Manuel Pérez Sánchez, por darme a conocer la existencia del monumento.
Gracias Mª Ángeles por tu aportación sobre Cipriano Galea y, en general, a la História y Patrimonio Cultural.
ResponderEliminarYa sabes que "Muchos granos de arena juntos forman una montaña" y entre ellos estamos todos nosotros.
Felicitaciones por tu Blog.
http://asociacionamigoshistorialibrilla.blogspot.com.es/2012/09/cipriano-galea