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18.11.18

EL ITINERARIO ERRÁTICO DEL OSO CORDOBÉS

La Antártida es el continente más austral de la Tierra. Su territorialidad está reclamada por siete países; entre ellos Argentina, cuya delimitación se estableció en 1942 superponiéndose con la de Chile y el Reino Unido.

En 1948 se decidió construir un nuevo puente de hormigón en la ciudad argentina de Córdoba que, salvando el río Suquía uniese las céntricas calles Jujuy y Lavalleja y, quizá por la reafirmación de esa territorialidad, se decidió bautizarlo como Puente de la Antártida Argentina. Para adornar el entorno, se le encargó una escultura al tándem artístico formado por el, sobre todo, pintor Roberto Juan Viola y el escultor Alberto Barral.



Puente Antártida Argentina. Córdoba. Argentina
El puente fue inaugurado a mediados de los cincuenta, cuando soplaban vientos de revuelta en el país. 


En septiembre de 1955 se inició, precisamente en Córdoba, la denominada Revolución Libertadora, que acabaría con el gobierno de Juan Domingo Perón.









Barral trabajando en el Parque Sarmiento.
En primer término, el boceto, cuyo diseño se atribuye a Viola
La escultura encargada para ornato del entorno del puente tenía como motivo un oso polar y, poco antes de su inauguración y cuando iba cargada en un camión hacia su destino, el capataz de las obras cayó en la cuenta de que en la Antártida no hay osos polares. Se lo hizo notar al intendente, el cual ordenó entonces que el Oso Polar fuera trasladado a otro sitio, así que el camión emprendió la marcha hacia el Parque Sarmiento, lugar donde vivía Barral y donde había dedicado nueve meses a esculpir la figura del oso.



Cuando el camión pasaba a la altura del espacio que hoy se denomina plaza de Vélez Sarsfield, fue abordado por un grupo de exaltados revolucionarios que pretendían utilizar el camión y obligaron a descargar la caja que resguardaba la escultura sin saber, obviamente, lo que contenía.


El Oso Polar en la plaza Dr. Dalmacio Vélez Sarsfield
Así que el oso quedó instalado involuntariamente allí, donde el paso del tiempo se encargó de ir haciendo desaparecer las tablas que lo resguardaban y dejarlo a la vista del viandante. Fue precisamente en ese lugar donde nació un dicho popular de Córdoba: dado que por la noche el ámbito era frecuentado por mujeres que ejercían la prostitución, cuando la jornada no se les había presentado fructífera se decían entre ellas: "Vos ya no levantás ni el oso", expresión que ha quedado en el hablar coloquial para decir de alguien que no vale para nada.




El Oso Polar en el Parque Sarmiento
Posteriormente fue trasladado a la plaza Alberdi; de allí volvió a la plaza Vélez Sarsfield, a compartir de nuevo espacio con el monumento al legislador de la nación argentina; comenzado el siglo XXI fue conducido e instalado en el rosedal del Parque Sarmiento y por último, tras ser restaurado, afianzó su sitio en el entorno de la Plaza de España, delante del Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Caraffa.


Estamos, por tanto, ante una obra que encierra un valor tridimensional:
Por una parte, el valor de obra producto de las bellas artes que esconde tras su cincelado la biografía de dos grandes de la época: Roberto Juan Viola y Alberto Barral. El primero, nacido en Argentina, el segundo en España. Ambos se encontraron en Córdoba donde, unidos por su gran amistad, fundieron sus talentos. Aunque la viuda de Barral reivindica la íntegra autoría de la escultura para su marido, argumentando que, ya en 1931, en el taller de los Barral en España se esculpían figuras zoomorfas entre las que figuraba el oso polar, no es descartable que la concreción del boceto surgiera de Viola o de una puesta en común de ambos artistas.

Imagen extraída del trabajo realizado por Mara Gisela Rodríguez para el Departamento de Plástica de la Facultad de Artes de la Universidad de Córdoba, titulado El artista picapedrero. Alberto Barral.

En la concepción original, el pez que aparece a los pies del oso era un surtidor, aunque dadas las circunstancias sobrevenidas de su errático transcurrir, se entiende que nunca brotara el agua de la frustrada fuente.

El Oso Polar en su actual ubicación, delante del Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Caraffa

Por otra parte, se le puede añadir un valor histórico, vinculado a acontecimientos relevantes de la historia de Córdoba: la inauguración del puente, la Revolución Libertadora o la transformación urbanística de la ciudad.


Por último, y probablemente lo más interesante en este caso, la vinculación de la obra con los cordobeses; con esa memoria visual de la que ya hemos hablado en otras ocasiones en este blog, que une a las esculturas públicas con la historia personal y particular de los ciudadanos: con su infancia, sus juegos, su juventud, su quehacer diario o sus paseos; acentuada además por las circunstancias particulares de este oso polar, que ha estado viajando constantemente por diversos enclaves de la ciudad y participando, así, de la memoria visual de los habitantes de diversos barrios y diversas épocas.




Federico Lavezzo publicó, en 2013, la novela El oso antártico, en la que a medio camino entre la realidad y la ficción narra las vicisitudes de la escultura. En una entrevista explica el significado que el oso tiene para los cordobeses:

Consulté a mucha gente sobre lo que recordaba del Oso, si sabía algo, en fin, indagaciones muy abiertas. Ahí aparecieron decenas de anécdotas, relatos populares y ciertos mitos. (...) Quizá lo que más me sorprendió fue comprobar que, para algunas personas, había más de un Oso. Eso hablaba de una omnipresencia del Oso, una existencia en dos dimensiones: la del recuerdo personal, una memoria afectiva en muchos cordobeses (recordare, en latín, quiere decir “volver a pasar por el corazón”); y por otro lado, la huella que fue dejando entre los habitantes de la ciudad a partir de los lugares donde estuvo.

Lo curioso es que, a día de hoy, el Oso sigue sin haber sido inaugurado y si se le pregunta a los cordobeses, nadie asegura que vaya a quedarse en su lugar actual; todos suponen que es un lugar provisional más del itinerario errático del oso cordobés.



ALBERTO BARRAL (Sepúlveda, Segovia, 1905-1969)
Escultor español.

Fue el menor de una familia tradicional de canteros. 
Se inició en la escultura en el taller de su hermano mayor, Emiliano, artista reconocido en España que fue, además, su primer maestro intelectual y artístico. En el taller de Emiliano y junto a sus otros dos hermanos, Martín y Pedro, formó parte de un grupo estable que trabajaba bajo la dirección del primer Barral de oficio cantero, su padre Isidro Barral Merino. Isidro y Emiliano fueron para Alberto los forjadores de su criterio escultórico.
Estudió en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.
En 1939 se exilió de España. Tras pasar por Francia y Chile, se radicó en Córdoba, Argentina, alentado por Fernando Arranz, un ceramista segoviano afincado en Buenos Aires. 
Impartió clases de modelado y labra en distintas instituciones educativas. 

Talló todo tipo de piedras y descubrió, dentro de la ornamentación de la arquitectura colonial cordobesa, el uso de la piedra esteatita, la cual no se usaba desde la época colonial.  
La mayor parte de su obra se localiza en los espacios públicos y las colecciones privadas de Córdoba.
Creó seis fuentes de agua, de las cuales cuatro se encuentran en la vía pública y dos de ellas en espacio privado. 

Según Barral, "la tarea del tallista es alumbrar lo que en la materia a labrar ya está latente".

ROBERTO JUAN VIOLA (Santa Fe, Argentina, 1907 - Buenos Aires, Argentina, 1966)
Pintor, escultor, grabador y dibujante argentino, propulsor de las artes y la cultura. 
Vivió en Córdoba y en Buenos Aires. Estudió en la Academia Provincial de Bellas Artes, donde fue alumno de Emiliano Gómez Clara. 
Ganó una beca de tres años para perfeccionarse en Europa, donde permaneció desde 1932 hasta 1935. 
Estudió con Roger Bissière, discípulo de Georges Braque, en la Academia Ranson de París. 
En 1934 realizó una exposición en el Ateneo de Madrid junto al escultor Artur Aldomà Puig. 
De regreso a la Argentina obtuvo diversos premios tanto en pintura como en escultura. 
Fue profesor de dibujo y colorido en la Escuela de Bellas Artes de Córdoba, de la que llegaría a ser director. 
Fundó el Museo Municipal Genaro Pérez del que fue Director Ad Honorem durante más de una década. 
En 1958, obtuvo el primer premio en el Primer Salón IKA (Concurso anual de artes visuales contemporáneas de Córdoba) al que estuvo muy vinculado. 
Alguna de sus imágenes se acercan a las consignas planteadas por la nueva figuración, donde la obra oscila entre la figuración y la abstracción. 
Su obra es densa, fragmentada y deliberadamente incompleta; como si el pintor la realizara contagiado por la velocidad del cambio que caracteriza a la época en la que trabajó. 






FUENTES:
"Antártida", Wikipedia <https://es.wikipedia.org/wiki/Antártida>
"Puentes", Córdoba de Antaño [En línea] <http://www.cordobadeantaño.com.ar/capital/puentes#!Puentes_01>
TOLEDO, G.: "Camina sin cesar. Las diferentes historias que rodean "El Oso" de Alberto Barral", Día a día [En línea] <http://www.diaadia.com.ar/show/camina-sin-cesar-las-diferentes-historias-que-rodean-el-oso-de-alberto-barral>
BASUALDO, J.: "Córdoba de Argentina y las esculturas de Alberto Barral", Ecos Sublimes [En línea] <http://ecossublimes-arg.blogspot.com/2014/03/cordoba-de-argentina-y-las-esculturas.html>
"Plaza y monumento al Dr. Dalmacio Vélez Sarsfield", Córdoba. Argentina (Página de Turismo de Córdoba) [En línea] <https://www.cordobaturismo.gov.ar/audioguia/plaza-y-monumento-al-dr-dalmacio-vélez-sarsfield-es/>
RODRÍGUEZ, E.: "La estatua que se equivocó de hemisferio", La Voz [En línea] <http://www.lavoz.com.ar/ciudad-equis/la-estatua-que-se-equivoco-de-hemisferio>
LAVEZZO, F: El oso antártico. Río Cuarto, Argentina: Cartografías, 2013.
RODRÍGUEZ, M. G.: El artista picapedrero. Alberto Barral. Facultad de Artes. Universidad de Córdoba. Febrero, 2013. [En línea] <http://www.dapcordoba.com.ar/wordpress/wp-content/uploads/2016/09/Barral-Alberto.pdf>
"Alberto Barral", Real Academia de la Historia [En línea] <http://dbe.rah.es/biografias/50495/alberto-barral>
"Roberto Viola", Arte de la Argentina [En línea] <http://www.artedelaargentina.com.ar/disciplinas/artista/pintura/roberto-viola>


FUENTES DE LAS IMÁGENES:
Puente Antártida. Archivo Municipal de Córdoba, en "Puentes", Córdoba de Antaño [En línea] <http://www.cordobadeantaño.com.ar/capital/puentes#!Puentes_01>
"Camina sin cesar. Las diferentes historias que rodean "El Oso" de Alberto Barral", Día a día [En línea] <http://staticf5b.diaadia.info/sites/default/files/file_attachments/nota_periodistica/osorosa.jpg>
"La estatua que se equivocó de hemisferio", La Voz [En línea] <http://wpc.72c72.betacdn.net/8072C72/lvi-images/sites/default/files/styles/landscape_1020_560/public/nota_periodistica/oso-chicos.jpg> <http://wpc.72c72.betacdn.net/8072C72/lvi-images/sites/default/files/styles/landscape_1020_560/public/nota_periodistica/oso1.jpg>
"Museo Emilio Caraffa. (Oso)", Mapio.net [En línea] <https://static.panoramio.com.storage.googleapis.com/photos/original/8140165.jpg>


2 comentarios:

  1. Cuanta historia y cuántas historias confluyen en esta sencilla escultura, y que buena forma de que trasciendan sus significados. Muchas gracias¡¡

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  2. En el 66 estaba en la plaza General Paz, y por mucho tiempo...

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