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10.3.16

EL MEJOR OTELO

A finales del siglo XVIII, la influencia del liberalismo fue decisiva para que se considerara la cultura como parte de la vida social del país. Artistas plásticos, músicos y literatos comenzaban a ser valorados por su labor como artífices de un patrimonio que miraba más allá de los límites de la política y la religión.

Esto se tradujo en que, a partir de entonces, el tributo rendido en monumentos, triunfos y estatuas a las personalidades de estado y las advocaciones marianas, ya no era exclusivo y comenzó a cederle su sitio a los que con las armas de la cultura y de una vida cívica ejemplar se convertían, también, en héroes.



En Cartagena había nacido, en 1768, Isidoro Patricio Máiquez Rabay, que con el tiempo sería uno de los mejores actores que ha dado la escena española.
Desde muy pequeño mostró su vocación influido por su padre, un cordonero de seda amante del arte dramático que participaba en pequeños grupos de aficionados.


Una vez fallecido su padre, y tras unas primeras intervenciones teatrales, sin mucho éxito, el joven Isidoro marcha a París, atraído por la fama del gran actor francés François-Joseph Talma, el cual defendía el naturalismo en escena. 







Máiquez, impresionado por las aptitudes dramáticas de Talma, permaneció en Francia durante dos años en los que puso sus cinco sentidos en aprender de él esa forma diferente de actuar; en el momento en el que Talma le dijo "eres mejor Otelo que yo mismo", Máiquez consideró que ya estaba preparado para actuar, y volvió a España. Aquí se incorporó a la Compañía de los Caños que, aunque modesta, le permitió poner en práctica todo lo aprendido con Talma, y comenzar así su brillante carrera como actor dramático. 

Dejaron huella sus éxitos representando la comedia El Celoso Confundido, el drama La Vida es Sueño y la tragedia de Otelo. Ningún otro actor contemporáneo le pudo hacer sombra.








Sin embargo, Máiquez no solamente ha destacado por su forma de interpretar, sino que introdujo en la escena española una serie de cambios que supondrían el arranque de la nueva forma de entender el teatro en nuestro país y la dignificación de una profesión que estaba en decadencia; defendió el realismo en la vestimenta de los actores, el naturalismo en la forma de actuar, estableció la instalación de asientos en el patio y la numeración de la entrada, prohibió la venta de agua y fruta dentro del teatro, desterró la intervención del personaje denominado "el barba", el cual salía diariamente a anunciar, en clave cómica, la intervención del día siguiente, implantó la utilización de carteles impresos en vez de hechos a mano y revolucionó el sistema de iluminación, entre muchos otros cambios. 

Fue, por tanto, una figura esencial en la escena de nuestro país, pues no solo demostró sus aptitudes dramáticas, sino que amó el teatro y contribuyó con su empeño a darle brillo.
Pionero en la defensa de la creación de una Escuela Nacional de Declamación y director de un teatro oficial centralizado en el coliseo del  Príncipe, Máiquez fue defensor a ultranza de las ideas liberales, que le llevaron a participar en el Dos de Mayo. 

Persona de carácter y convicciones firmes, se negó a representar una obra de Luis de Burgos a pesar de la insistencia del corregidor, lo que provocó su destierro a Ciudad Real y luego a Granada, donde falleció en 1820, demente y en la absoluta pobreza.




Diecinueve años más tarde, cuando el también actor murciano Julián Romea, junto con su hermano Florencio, llega a Granada en un gira por provincias tiene la iniciativa de erigir un monumento a su predecesor. Se le encarga entonces el proyecto al arquitecto José Contreras Osorio que diseña un monumento sobrio, que consta de dos cuerpos sobre los que se erige el fuste de una columna estriada y coronada por dos guirnaldas y un vaso gallonado. Fue ubicado en el Campillo Bajo, donde estaba la casa en la que había fallecido el actor. 

Años más tarde fue trasladado al cementerio y colocado sobre los restos de Máiquez. Actualmente se encuentra en la plaza del Padre Suárez, frente a la Casa de los Tiros.
Este será el primer monumento público de carácter cívico que se erija en Granada. 




Habrá que esperar, sin embargo, hasta 1927 para que, a partir de la iniciativa de los poetas Miguel Pelayo y Luis Pelegrín y con el apoyo del Ayuntamiento y otras instituciones, Cartagena rinda homenaje a Máiquez con un monumento. El artífice fue el escultor valenciano José Pascual Ortells López, discípulo de Agustín Querol y Mariano Benlliure.

















En el Blanco y Negro del 17 de abril de 1927 aparece una fotografía del boceto realizado por Ortells, que da pie al anuncio de la próxima inauguración del monumento con la "asistencia de significadas representaciones culturales de Madrid".

El 29 de abril llegó Ortells con el monumento a Cartagena, que fue instalado en la céntrica plaza de San Francisco, sobre el pedestal, dirigido y ejecutado por el marmolista Anés.










La inauguración tuvo lugar el dos de mayo de ese mismo año. La prensa del momento refleja, con todo lujo de detalles, el desarrollo del acto al que acudió una representación de las diferentes instituciones: Ayuntamiento, Arsenal Militar, Armada, Obispado, la Real Sociedad Económica de Amigos del País, los colegios de Abogados y Procuradores, Policía, entidades bancarias, Escuela de Industria y Comercio, Ateneo, Escuelas Graduadas, Sociedad de Dependientes de Comercio y Banco, la Tienda Asilo, cofradías, ingenieros, arquitectos, y otras muchas personalidades a título individual. 



Tras descubrir el monumento, el presidente de la comisión del homenaje, José Medavilla y el alcalde, Alfonso Torres, se dirigieron al público asistente y, en sendos discursos, se deshicieron en elogios hacia la figura de Isidoro Máiquez. El alcalde, además, hizo subir al estrado a Ortells, hecho que provocó una auténtica ovación entusiasta.





Se colocaron coronas de flores naturales en el monumento, llevadas por el Ayuntamiento, la Real Sociedad Económica y la Sociedad de Dependientes.


José Ortiz de Zárate, en representación de los actores españoles, leyó un mensaje y Nieves Suárez, profesora de Declamación en el Conservatorio de Madrid, leyó un poema escrito por Ramírez Ángel para la ocasión y Ángel Torres del Álamo, que asistía en representación de los autores españoles, cerró el ciclo de discursos.

Tras una ofrenda de flores, la compañía teatral de Luis Calvo con el barítono Marcos Redondo a la cabeza, cerró el acto cantando el "Himno a la Libertad", de La Calesera.





Se recibieron muchas adhesiones, entre otras, la del Sindicato de Actores, la de la Real Academia de la Lengua, la del Ayuntamiento de Granada, la del Real Conservatorio de Madrid y la de la Comedia Francesa de París.

Todo esto nos da idea de lo que la inauguración de un monumento suponía para la sociedad del momento que, más allá de un acto institucional se convertía en todo un acontecimiento no solo social, sino también cultural.


La obra está compuesta por un gran pedestal de mármol, sobre el que descansa la escultura realizada en bronce, que muestra al actor en plena representación.
En el pedestal vemos cómo un motivo en la parte central recuerda a la concha en la que se coloca el apuntador y, a derecha e izquierda de ésta, unos elementos cilíndricos que evocan las candilejas.






La figura de Máiquez aparece ataviada a la moda del siglo XVIII, con capa y madroñera en el cabello . 

Máiquez parece haber sido sorprendido en plena declamación, dando un gran paso, con la mano derecha alzada y la izquierda recogiendo la capa.


La escultura posee la fuerza en la pose y la delicadeza en el gesto.





Excepcional es la factura en la parte posterior donde parece que la figura esté en pleno movimiento, conseguido éste por la combinación de los pliegues de la esclavina de la capa, la caída de la propia capa y el trazado sinuoso de la redecilla.





A ambos lados del pedestal se adosan dos relieves alusivos a la tragedia y la lírica.
























Cada año, con motivo de la conmemoración del Día Mundial del Teatro, actores y personas relacionadas con la cultura rinden homenaje al que algunos han calificado como "el más grande actor español de todos los tiempos".





FUENTES


CLARET GARCÍA, Antonio María: "Isidoro Máiquez: actor y héroe liberal", Antonio Mª Claret García (Blog) [En línea].


"Grandioso homenaje a Isidoro Máiquez", El Porvenir, 02/05/1927, p. 1.


"Inauguración del monumento a Isidoro Máiquez", El Eco de Cartagena, 02/05/1927, p. 1.


"ISIDORO MÁIQUEZ", Región de Murcia Digital  [En línea].


"ORTELLS LÓPEZ, José Pascual"Vilapedia [En línea].


PUIG CAMPILLO, Antonio: "El actor Isidoro Máiquez"Monteagudo, nº 22. pp. 23-27. 1958.  


"¿QUIÉN FUE EL GRAN ISIDORO MÁIQUEZ? (CARTAGENA, 1768- GRANADA, 1820)", GRANADA através. [En línea].


RODRÍGUEZ DOMINGO, José Manuel:"'Gloria al genio': el monumento a Isidoro Máiquez, en Granada", Cuadernos de Arte de la Universidad de Granada, nº 38, pp. 177-196. 2007. 



FUENTES DE LAS IMÁGENES


"El monumento a Isidoro Máiquez", Blanco y Negro, 15/05/1927, p. 77.

GARCÍA-STAÑ LÓPEZ, Pascual: "Hace 243 años del natalicio y 191 años del óbito del actor cartagenero Isidoro Maiquez", Academias del Jardín (Blog) [En línea].


GOYA Y LUCIENTES, Francisco de: El actor Isidoro Máiquez, 1807.  Madrid, Museo del Prado, nº catálogo: P00734.


José Ortells hacia 1913, Wikimedia Commons [En línea].


PÉREZ, F.: Monumento a Isidoro Máiquez, siglo XIX. Granada, Museo Casa de los Tiros, nº inventario: CE00079.


RIBELLES Y HELIP, José: Otelo, h. 1820. Madrid, Museo del Romanticismo, nº inventario: CE4856.


SÁNCHEZ HERNÁNDEZ "SAN-CHITO", Enrique: Inauguración del monumento al actor Isidoro Maiquez, el alcalde señor Torres descubriendo el monumento, 1927. Murcia, Archivo General de la Región de Murcia, código de referencia: FOT_DIG_0000273.


--- D. José Ortells, notable escultor y autor del monumento a Isidoro Maiquez , 1927.  Murcia, Archivo General de la Región de Murcia, código de referencia: FOT_DIG-0000274 .



3 comentarios:

  1. Muy buen artículo, felicidades.https://ramonaescarabajal.wordpress.com/

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  2. Buenos días a todos y gracias por compartir tanto acerca de la moda y el diseño. Para los que estamos comenzando, este tipo de recursos nos ayuda mucho a aprender. Les cuento que hace un tiempo hice un curso y me puse a diseñar mis propias esculturas. Estaría bárbaro que nos recomienden también otros sitios en donde salir a vender el diseño que producimos. Gracias y saludos desde Banfield, Buenos Aires!

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  3. Me ha parecido un articulo muy completo y muy ilustrado.

    Nosotras todos los años homenajeamos a Isidoro Maiquez con un Certamen de Teatro.

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