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14.12.17

LOS BUSTOS DE PLANES

La Murcia de principios del siglo XX tuvo la fortuna de tener entre sus escultores a uno de los que llevaría las formas más allá de lo figurativo y trascendería de los límites de la provincia. Fue José Planes Peñalver un artista de esos que surgen cada mucho tiempo y cuya obra es siempre aconsejable volver a mirar.

Durante los años veinte Planes estaba en Madrid, a donde había marchado a completar su formación y, sin embargo, la distancia no fue obstáculo para que esa época fuera la del Planes escultor de obra pública en la ciudad de Murcia. 

En el espacio que media entre 1921 y 1935 dejó en los parques y plazas de la ciudad seis obras de las cuales una es un monumento dedicado al Maestro Fernández Caballero, otra una figura sedente, que se le dedicó a Pedro Jara Carrillo y las restantes son cuatro bustos destinados a honrar la memoria de cuatro ilustres.
Esos cuatro bustos fueron realizados, además, entre 1921 y 1926, es decir, en solo cinco años, y preceden a la etapa en la que su trabajo comienza a sintetizar y estilizar formas. En ellos nos centramos en esta entrada.



El busto de Frutos Baeza es el primero de los cuatro; lo esculpe, en mármol blanco, en 1921 y es colocado en el desaparecido Parque de Ruiz Hidalgo. El parecido con el homenajeado es asombroso, mostrando así, Planes, su excelente habilidad retratística. 
Cuando desapareció el parque fue trasladado, primero, a la plaza Calderón de la Barca y, posteriormente, a la plaza de la Cruz Roja, junto al edificio de la Convalecencia.

El busto desapareció a finales del siglo XX y no ha vuelto a ser encontrado; queda, del monumento original, el pedestal, en el que con tipografía de la época leemos AL POETA FRUTOS BAEZA, y al que se le volvió a dar utilidad cuando se hizo un nuevo busto en 2010, esta vez en bronce y de menor calidad estilística (Para más detalles, ver la entrada Esculturas recicladas en este mismo blog).




El segundo homenaje fue el que se le rindió, al año siguiente, en 1922, a José Selgas Carrasco, una personalidad que aunaba las facetas de escritor satírico, político y poeta. 

La escultura combina la labor de Planes, centrada en el busto y en el motivo de bronce que se superpone al pedestal, con la del marmolista Rigal. Fue colocada también en el Parque, al igual que la de Frutos Baeza. 


En 1952 fue desmontada (no sin grandes esfuerzos) y enterrada en el propio parque por tres  jóvenes que esperaban, pasados unos días, poder desenterrarla, trocearla y venderla como metal para poder subsistir. La policía consiguió dar con ellos, que revelaran el lugar donde se encontraba la obra y recuperarla. Posteriormente fue colocada en el Jardín de Floridablanca, donde permanece en la actualidad.



En 1926 se erigió un monumento al también poeta Ricardo Sánchez Madrigal

Esta obra merece todas las alabanzas a la labor de Planes, por cuanto fue capaz de plasmar en ella, solo con la labor del cincel, la claridad de los ojos del poeta. 






Al igual que los de Frutos Baeza y Selgas, el busto fue situado en el Parque de Ruiz Hidalgo y trasladado, cuando desapareció el parque, a otro lugar; en este caso al Plano de San Francisco, donde permanece desde entonces [salvando los lapsos de tiempo en los que se han hecho reformas urbanísticas en dicho entorno] aunque todavía no comprendemos por qué está colocado mirando hacia la calzada, donde poca gente puede pararse a contemplarlo, y no hacia la zona de paseo, que además le proporcionaría una orientación a mediodía, evitando con ello que los rasgos del rostro del poeta se ennegrezcan por la acción de la sombría orientación a norte.






Por último, ese mismo año, se rindió homenaje a Ricardo Codorníu y Stárico, otro grande, aunque en este caso no destacó por su labor poética, como los tres anteriores, sino por el esfuerzo realizado en favor de la repoblación forestal de Sierra Espuña, uno de los espacios naturales más importantes de la región que hoy, gracias a su labor, podemos disfrutar todos los murcianos.











A la maravillosa labor retratística del busto, se añade la delicadeza de la figura que lo acompaña en el pedestal. 
Para la descripción completa del monumento consultar la entrada El regreso del Apóstol, en este mismo blog.

La escultura no fue situada en el Parque, como las anteriores, sino a los pies del gran ficus de la Plaza de Santo Domingo, como homenaje a su labor en defensa del medio natural, por la que mereció, además, el cariñoso sobrenombre de 'El Apóstol del Árbol'.

El monumento fue restaurado en 2013 por José Planes Lastra, nieto del escultor, de los desperfectos que el paso del tiempo y el vandalismo habían dejado en él; fue entonces cuando se reubicó frente al ficus, y no a sus pies, con el fin de evitar que las raíces del árbol lo removieran de su emplazamiento. 
En 2016, el vandalismo volvió a hacer mella en la escultura que perdió de nuevo la nariz, repuesta por Planes Lastra. 

Gracias a la acertada decisión de su nuevo emplazamiento, cuando el verano pasado el gran árbol desgajó una de sus grandes ramas, la obra se salvó de ser aplastada. 


Todas estas esculturas se realizaron en un tiempo en el que se sufragaba con una cuestación popular la ejecución de la obra y en el que su inauguración suponía un auténtico acontecimiento en la ciudad. Al acto acudía toda Murcia, participando, aplaudiendo y mostrando, en ocasiones, un sentido sentimiento de afecto hacia el homenajeado, como sabemos que sucedió en el acto de inauguración del monumento a Jara Carrillo, durante el que un trabajador del periódico El Liberal, del que Jara Carrillo llegó a ser director, se acercó a la escultura y le dio un sentido abrazo en nombre de todos los cajistas del diario.

Eran otros tiempos, definitivamente. 


En la actualidad, la inauguración de un monumento de homenaje pasa prácticamente desapercibida para la gran población. Se dan cita en ella algunas autoridades y, cómo no, el artista, pero poco recuerdan estos actos a los que, como sucedía con los que mostraban las obras de Planes, conseguían congregar y aunar el sentimiento, mezcla de cariño y orgullo, de toda una ciudad.





El escultor José Planes Peñalver
A día de hoy, no muchos jóvenes saben quiénes fueron Frutos Baeza, Selgas, Sánchez Madrigal o Codorníu; ni siquiera saben quién fue José Planes. La distancia en el tiempo va diluyendo su reconocimiento; por eso, desde aquí, volvemos a reivindicar la colocación de cartelas, junto a las obras, que narren quién fue el homenajeado y cuándo, cómo y por qué se le rindió tributo. Tener obras de José Planes en los espacios públicos de la ciudad es todo un lujo para los murcianos y solamente conociendo las obras y a su artífice, podremos conseguir que sean respetadas, cuidadas y sigan siendo testimonio de la historia y el arte de nuestro pasado.





FUENTES:
“Homenaje a la memoria del ilustre poeta murciano Frutos Baeza”, Levante, 05/09/1921, p. 16.
“Ayer tarde se descubrió el monumento al apóstol del Árbol”, El Liberal, 05/10/1926, p. 1.
“Traslado de las estatuas del Parque a otros jardines de la ciudad”, Hoja del Lunes, 28/07/1952, p. 2
“Las estatuas del Parque tienen ya nuevo emplazamiento”, Línea, 29/07/1952, p. 2.
“El busto del poeta Selgas, recuperado”, La Verdad de Murcia, 30/05/1952, p. 2.

FUENTES DE LAS IMÁGENES:
Cuadernos de escultura. Itinerarios. Murcia: Concejalía de Educación, Descentralización y Participación Ciudadana. Ayuntamiento de Murcia, 1995.













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